PARTICULAS Y SUBPARTICULAS
Las propiedades más interesantes de las 3 partículas constituyentes de la materia existente en el universo son:
- Protón. Se encuentra en el núcleo. Su masa es de 1,6×10-27 kg.[1] Tiene carga positiva igual en magnitud a la carga del electrón. El número atómico de un elemento indica el número de protones que tiene en el núcleo. Por ejemplo el núcleo del átomo de hidrógeno contiene un único protón, por lo que su número atómico (Z) es 1.
- Electrón. Se encuentra en la corteza. Su masa aproximadamente es de 9,1×10-31 kg. Tiene carga eléctrica negativa (-1.602×10-19 C).[2]
- Neutrón. Se encuentra en el núcleo. Su masa es casi igual que la del protón. No posee carga eléctrica.
El concepto de partícula elemental es hoy algo más oscuro debido a la
existencia de cuasipartículas que si bien no pueden ser detectadas
por un detector constituyen estados cuánticos cuya descripción
fenomenológica es muy similar a la de una partícula real.
Más allá de los neutrones, los electrones y los protones, que son las partículas subatómicas más conocidas, existen otros tipos de elementos que comparten la misma condición. Los neutrinos, por ejemplo, son partículas subatómicas cuya existencia pudo comprobarse recién a mediados de la década de 1950. Otras partículas subatómicas son los hadrones y los piones.
CLASIFICACION DE LAS PARTICULAS
La primera partícula subatómica que se descubrió fue el electrón (un leptón), a finales del siglo XIX. El descubrimiento del Bosón de Higgs, 50 años después de que fuera predicha su existencia, es el último gran logro dentro de la física de partículas. En el siglo largo que enmarcan ambos momentos se fueron descubriendo el resto de partículas conocidas, sobre todo a partir de los años 50 del siglo pasado.
El electrón, a pesar de su pequeño tamaño en relación a los nucleones, se descubrió antes que éstos, en experimentos relacionados con los denominados rayos catódicos, bastantes años antes que el célebre experimento de Ernest Rutherford bombardeando una lámina de oro con partículas alfa, que dio lugar al primero modelo atómico en el que se presentaba el átomo como un enorme vacío.
Es evidente que el campo de la física de partículas está muy lejos de
agotarse, y seguramente nos ayude en un futuro, esperemos que no muy
lejano, a desentrañar algunas de las incógnitas más importantes dentro
de la cosmología actual, como son la composición y el carácter de la
materia oscura y de la energía oscura. En esta carrera hacia el infinito
que es la adquisición de conocimiento científico, la solución a esas
preguntas abrirá incógnitas aún más fascinantes.
https://www.mheducation.es/bcv/guide/capitulo/8448180488.pdf
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